Cómo instalar tarima de forma sencilla y rápida

Si estás pensando en darle un nuevo aire a tu hogar, instalar tarima es una de las mejores decisiones que puedes tomar. No solo mejora la estética de tu espacio, sino que también añade valor a tu propiedad. Además, la instalación de tarima puede parecer un trabajo complicado, pero con un poco de paciencia y las herramientas adecuadas, puedes hacerlo tú mismo de forma sencilla y rápida. Aquí te explico cómo.

Elige el tipo de tarima adecuada

Antes de comenzar con la instalación, lo primero que debes hacer es elegir el tipo de tarima que quieres. Hay varias opciones disponibles, como la tarima laminada, de madera natural o incluso de vinilo. Cada una tiene sus ventajas y desventajas. La tarima laminada, por ejemplo, es muy resistente y fácil de limpiar, mientras que la madera natural ofrece una estética más cálida y clásica.

Considera el uso del espacio

Piensa en el área donde vas a instalar la tarima. Si es un lugar con alto tráfico, quizás quieras optar por un material más duradero. En cambio, si es una habitación con poco uso, podrías darte el lujo de elegir un material más delicado. También es importante tener en cuenta la humedad del espacio, especialmente si estás pensando en instalar tarima en la cocina o el baño.

Herramientas y materiales necesarios

Antes de comenzar, asegúrate de tener todas las herramientas y materiales a la mano. Necesitarás:

  • Tarima (el material que hayas elegido)
  • Base aislante (opcional, pero recomendable)
  • Un nivel
  • Una sierra (puede ser manual o eléctrica)
  • Un martillo o mazo de goma
  • Una cinta métrica
  • Cuñas para el espacio de dilatación
  • Un destornillador

Preparar el suelo

Antes de instalar la tarima, es fundamental preparar el suelo adecuadamente. Asegúrate de que esté limpio, seco y nivelado. Cualquier irregularidad puede afectar la instalación y la durabilidad del material. Si hay imperfecciones, puedes utilizar una masilla para nivelar la superficie.

Colocar la base aislante

Si has decidido usar una base aislante, colócala sobre el suelo. Esto ayudará a reducir el ruido y a proporcionar un extra de confort. Asegúrate de que las juntas de la base no se superpongan demasiado, ya que esto puede causar problemas a la hora de colocar la tarima.

Instalación de la tarima

Ahora viene la parte más emocionante: ¡la instalación de la tarima! Comienza en una esquina de la habitación y trabaja hacia la salida. Esto te permitirá mover las piezas de manera más fácil y efectiva.

Coloca las primeras tablas

Coloca la primera tabla en la esquina, asegurándote de dejar un espacio de dilatación de unos 10 mm entre la pared y la tarima. Utiliza cuñas para mantener este espacio mientras trabajas. A continuación, coloca la segunda tabla, encajándola en la primera. Utiliza el mazo de goma para asegurarte de que queden bien unidas.

Continúa con el resto de las tablas

Repite este proceso con las siguientes tablas, asegurándote de alternar las juntas entre las filas. Esto no solo mejora la estética, sino que también proporciona mayor estabilidad a la estructura. Cuando llegues al final de una fila, es posible que necesites cortar la última tabla para que encaje. Usa la sierra para hacer un corte limpio y preciso.

Acabado y detalles finales

Una vez que hayas instalado todas las tablas, es momento de dar los últimos retoques. Retira las cuñas de dilatación y coloca los zócalos o molduras para cubrir el espacio entre la tarima y la pared. Esto no solo mejora la apariencia, sino que también ayuda a proteger los bordes de la tarima de posibles daños.

Revisa tu trabajo

Finalmente, revisa toda la instalación. Asegúrate de que no haya tablas sueltas y que todo esté bien nivelado. Si todo está en orden, ¡felicitaciones! Has instalado tu tarima de forma sencilla y rápida.

Consejos adicionales

No olvides que, aunque la instalación de tarima puede ser un proyecto DIY, siempre es recomendable contar con la ayuda de alguien más. Esto hará el trabajo mucho más fácil y seguro. Además, asegúrate de seguir las instrucciones del fabricante, ya que cada tipo de tarima puede tener requerimientos específicos.

Disfruta de tu nuevo suelo

Ahora que has instalado tu tarima, siéntate y disfruta del nuevo ambiente que has creado en tu hogar. Con el tiempo, verás cómo este cambio no solo embellece tu espacio, sino que también mejora tu calidad de vida. ¡Manos a la obra!