Cuando piensas en renovar el suelo de tu hogar, seguramente te planteas una pregunta clave: ¿cómo elegir una tarima que dure más de 20 años? Esta decisión es fundamental, ya que no solo se trata de un gasto, sino de una inversión en tu espacio y en tu comodidad. Aquí, te guiaré a través de los aspectos más importantes que debes considerar para que tu elección sea la más acertada.
¿Qué tipo de tarima elegir?
Lo primero que debes tener en cuenta es el tipo de tarima que deseas. En el mercado, encontrarás varias opciones, cada una con sus ventajas y desventajas. Por ejemplo, las tarimas de madera natural son muy apreciadas por su belleza y calidez, pero requieren un mantenimiento más riguroso. Por otro lado, las tarimas laminadas son más resistentes a las rayaduras y manchas, lo que las convierte en una opción ideal para hogares con niños o mascotas.
Tarimas de madera natural
Si optas por una tarima de madera natural, asegúrate de elegir especies duraderas como el roble o el cerezo. Estas maderas son conocidas por su resistencia y longevidad. Recuerda que una tarima de calidad debe tener un grosor adecuado, generalmente, de al menos 20 mm, lo que permitirá un mayor número de lijados y, por lo tanto, una vida útil más prolongada.
Tarimas laminadas
Las tarimas laminadas suelen ser más económicas y fáciles de instalar, lo que puede ser un punto a favor si buscas una solución rápida. Sin embargo, no todas las laminadas son iguales. Busca aquellas que tengan un sistema de clic de buena calidad y un núcleo resistente al agua. Esto te garantizará que, a pesar de los accidentes, tu suelo se mantenga en perfectas condiciones por más tiempo.
Resistencia al desgaste
Una de las características más importantes a considerar al elegir una tarima que dure más de 20 años es su resistencia al desgaste. Fíjate en el índice de abrasión, generalmente medido por el sistema AC (Abrasion Class). Para un hogar, se recomienda un índice AC3 o superior, especialmente si hay un alto tráfico de personas. Cuanto más alto sea el índice, más resistente será la tarima.
- AC1: Para uso ligero, ideal en habitaciones poco transitadas.
- AC2: Uso moderado, adecuado para salas de estar.
- AC3: Para uso intensivo, perfecto para pasillos y entradas.
- AC4: Alta resistencia, recomendado para espacios comerciales.
Mantenimiento y cuidado de la tarima
Una tarima que dure más de 20 años no solo depende de su calidad inicial, sino también del mantenimiento que le des. Aquí te dejo algunos consejos prácticos:
Limpiar regularmente
La limpieza es fundamental. Utiliza una escoba suave o un aspirador con cepillo para eliminar el polvo y la suciedad. Evita el uso de productos químicos agresivos que puedan dañar el acabado de la tarima.
Evitar la humedad
La humedad es uno de los principales enemigos de las tarimas de madera. Coloca alfombrillas en las entradas para absorber la humedad y considera el uso de un deshumidificador en épocas de alta humedad. Esto ayudará a prevenir la deformación y el desgaste prematuro.
Instalación profesional
Por último, pero no menos importante, la instalación de tu tarima debe ser realizada por profesionales. Una instalación incorrecta puede provocar problemas como crujidos, separación de las tablas o incluso daños en el material. Asegúrate de que los instaladores cuenten con experiencia y buenas referencias.
¿Por qué elegir instaladores profesionales?
Contratar a instaladores profesionales no solo te garantiza un trabajo bien hecho, sino que también te ahorra tiempo y esfuerzo. Ellos conocen las técnicas adecuadas para cada tipo de tarima y pueden darte consejos sobre el mantenimiento posterior.
Elegir una tarima que dure más de 20 años requiere atención a los detalles. Desde el tipo de material hasta la resistencia al desgaste, cada aspecto cuenta. No olvides la importancia del mantenimiento y de contar con instaladores profesionales. Siguiendo estos consejos, podrás disfrutar de un suelo que no solo embellecerá tu hogar, sino que también será duradero y funcional.