Si alguna vez has notado que tu tarima flotante cruje al caminar, no estás solo. Este es un problema común que puede resultar molesto y, a veces, preocupante. En este artículo, te mostraré cómo solucionar el crujido en tarima flotante, para que puedas disfrutar de un suelo silencioso y agradable. A lo largo del texto, compartiré algunos consejos prácticos y te daré ejemplos que te ayudarán a entender mejor este problema y cómo resolverlo.
¿Por qué cruje la tarima flotante?
Antes de entrar en los métodos para solucionar el crujido en tarima flotante, es importante entender las causas de este fenómeno. Hay varias razones por las que tu suelo puede estar haciendo ruido:
- Instalación incorrecta: Si la tarima no se ha instalado de manera adecuada, puede haber espacios o movimientos que causan el crujido.
- Humedad: La humedad puede afectar la expansión y contracción de la madera, lo que a su vez provoca ruidos.
- Desgaste: Con el tiempo, el desgaste natural puede hacer que las piezas de la tarima se deslicen entre sí, creando ese sonido característico.
- Base inadecuada: Si la base sobre la que se ha instalado la tarima no es nivelada o está deteriorada, es probable que se escuchen ruidos.
Cómo identificar el origen del crujido
Antes de empezar a solucionar el problema, es fundamental identificar el origen del crujido. Aquí tienes algunos pasos que puedes seguir:
1. Escucha atentamente
Camina por diferentes áreas de la habitación y presta atención a los lugares donde se producen los ruidos. Puedes pedir a alguien que te ayude a escuchar mientras caminas. Esto te permitirá localizar las zonas problemáticas más fácilmente.
2. Verifica la instalación
Revisa si la tarima está bien instalada. Observa si hay espacios entre las piezas o si alguna de ellas está levantada. En algunos casos, es posible que necesites levantar una sección para comprobar la base.
Soluciones para el crujido en tarima flotante
Una vez que hayas identificado la causa del crujido, es hora de poner en práctica algunas soluciones. Aquí te dejo algunas opciones:
1. Ajustar la instalación
Si descubres que la tarima no está bien instalada, puede ser necesario ajustarla. A veces, simplemente empujar las piezas hacia su lugar puede resolver el problema. Si hay espacios, considera añadir cuñas de madera o espuma para rellenar esos huecos.
2. Controlar la humedad
Si crees que la humedad es la causa del crujido, es importante que verifiques los niveles de humedad en tu hogar. Utiliza un deshumidificador si es necesario. También es recomendable sellar cualquier filtración de agua que pueda estar afectando la tarima.
3. Lubricar las juntas
Una técnica sencilla para reducir el crujido es aplicar un poco de lubricante en las juntas entre las piezas de la tarima. Puedes usar talco para bebé o incluso un spray de silicona. Aplica el producto en las juntas y luego frota suavemente para que penetre.
4. Revisar la base
Si la base de la tarima no está nivelada, considera la posibilidad de arreglarla. Puedes utilizar una capa de nivelación para corregir cualquier desnivel. Si no te sientes cómodo realizando este trabajo, no dudes en contactar a un profesional.
Consejos adicionales para mantener tu tarima flotante
Para evitar problemas futuros, aquí tienes algunos consejos que pueden ayudarte a mantener tu tarima en buen estado:
- Evita la acumulación de humedad: Asegúrate de que tu hogar tenga una buena ventilación y utiliza deshumidificadores si es necesario.
- Revisa la instalación regularmente: Inspecciona tu tarima de vez en cuando para asegurarte de que todo esté en su lugar y no haya problemas visibles.
- Utiliza alfombras: Colocar alfombras en áreas de alto tráfico puede ayudar a reducir el desgaste y el ruido.
Cuando es mejor llamar a un profesional
Si después de intentar las soluciones anteriores tu tarima flotante sigue crujendo, puede ser el momento de considerar la ayuda de un profesional. Ellos podrán evaluar la situación de manera más precisa y ofrecerte las mejores soluciones.
Recuerda que solucionar el crujido en tarima flotante es posible con un poco de atención y cuidado. Siguiendo estos consejos y técnicas, podrás disfrutar de un suelo tranquilo y sin ruidos molestos. ¡Anímate a poner en práctica lo que has aprendido y transforma tu hogar en un lugar más agradable!